Seminario Bordes 2021
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Encuentro transdisciplinario en torno a las artes, comunicación y cultura
Ponencia: «Lo Liminar y lo Indeterminado: Posibilidad para la generación de sentido»
(Por Fania Castillo)
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Fania aborda lo liminar como un espacio para la transformación, como el umbral que debemos atravesar para entrar a una nueva etapa, un espacio de limbo o de incertidumbre y que a su vez constituye el comienzo de algo, del hacer, de la magia del crear y puede tener un tiempo variable o indeterminado, de segundos o años, como en el embarazo o la crisis de la mediana edad.
Según afirma «es bastante típico que los psicólogos recurramos a la mitología griega, porque ahí hay mucha riqueza, es decir todo el politeísmo pagano tiene muchas imágenes riquísimas», propone entonces a Hermes como una figura arquetípal, como uno de los dioses griegos que nada tiene que ver con lo digno, con lo altivo o poderoso una figura indeterminada, ligera que contrasta con los paradigmas o cánones que se generan en las sociedades, en cuanto a belleza, posición social, estatus, etc. Es el dios generoso o amigable, el que transmitía los mensajes, el mediador, el único que podía ir y venir del Hades. Por otra parte, representa también al mercurio que simboliza para Jung la paradoja por excelencia por ser un metal líquido que adopta cualquier forma, es el dios de la palabra de todo aquello que no tiene un asidero fijo por lo tanto representa el umbral.
En su búsqueda de lo liminar en otras culturas, Fania Castillo recurre a la cultura Wayuú que tenemos más cercana y cita dos libros de Michel Perrin, un antropólogo francés y a Danny Torres, un investigador de la cultura popular y musico tachirense, para hablar al respecto. Los libros de Perrin son: «El Camino de los Hombres Muertos» sobre los rituales fúnebres y su forma de vivir y «Los Practicantes del Sueño» que relata la importancia que tienen los sueños en la vida cotidiana de los Wayuú, algo a lo que desde muy temprana edad se le da una importancia vital, y en el que juegan un papel fundamental las «Autsu», curanderas que interpretan los sueños, asociados también con el mas allá o el mundo de los muertos. Otra figura fundamental en su cultura es Putchpú, el palabrero o negociador, alguien que lleva y trae, por ejemplo, una propuesta de negocios, de matrimonio o de mudanza de una familia a otra.
Otra de las cosas a destacar en los Wayuú es el tema de las tres muertes, la primera es la física cuando se entierran en una tumba, y luego cuando se aparecen en los sueños de algún familiar es porque toca ya la segunda muerte, entonces hacen todo un ritual, sacan el cuerpo, le desprenden lo que quede en los huesos y se meten en una bolsa porque ya no van a estar allí si no que van al Jepirra, zona desértica donde viven los muertos, nadie se acerca para allá pero todos le tienen respeto. se supone que allí tienen las mismas funciones y las mismas actividades que tenían en vida. Y la tercera muerte sucede cuando ya nadie los recuerda, cuando ya desaparece de la memoria de sus familiares, entonces dejan de estar también en el Jepirra
Fania pone de relieve el estatus de héroe como una figura paradigmática citando al libro de Joseph Campbell «El Héroe de las mil caras» característico para la época en que fue escrito, en la que aparece la figura del héroe como algo que nos impulsa a obtener logros, conquistas y metas, algo que es fundamental y necesario en todos nosotros, no obstante también se podría ver como algo que ha sido sobredimensionado, hasta el punto de producir en nosotros desilusiones, dudas o miedo al rechazo por no alcanzar semejantes cánones o estándares sociales. Hoy en día se tiende a tener una mirada más objetiva y con los pies en la tierra de la realidad que nos circunda en cuanto a paradigmas a alcanzar. Cita a Rafael López Pedraza en su libro «Sobre Héroes y poetas» donde afirma que “los héroes tienden a ser de bronce, congelados en el tiempo sirven para la batalla, para la gloria, pero no cultivan, ni cocinan, ni se casan” ósea no funcionan en la vida cotidiana.
Lo indigno es parte fundamental de la psique también, y para el oficio del psicoterapeuta se transforma en algo fundamental ya que permite acercarse de una manera más empática al paciente. Cuando tú vas con otro ser humano a contar algo que te avergüenza que te hace sufrir, generalmente vas con la cabeza baja. Si el terapeuta es una persona demasiado digna, en la figura de rey, de doctor o de sabio, aunque hay pacientes que se sientan cómodos o conformes con ella, se convierte en una relación asimétrica, vertical, en la que yo me pongo en las manos de otro superior que sabe la verdad sobre mi.
La terapia que propone López Pedraza y que viene de Jung es Hermética, es decir una psicoterapia donde no se propone que el analizado se enamore del terapeuta, lo idolatre, ni lo idealice ni lo reverencie, sino que simplemente sea otra alma mediadora que lo lleva, lo conduce, lo acompaña en ese camino de autodescubrimiento, siempre por caminos bajos, del inferior. No por lo oscuro de la noche profunda, sino por la penumbra por el crepúsculo de lo intermedio.
En cuanto al tema del amor y la sexualidad Fania cita un cuento que aparece en el banquete de Platón sobre el origen del amor: “Al principio los seres humanos éramos gigantes y teníamos los dos sexos y para evitar la soberbia nos partimos por la mitad y desde entonces andamos en búsqueda de la otra mitad”. Asi toda persona que no concuerda o que no prefigura en los cánones sexuales establecidos de normalidad tiende a ser estigmatizada, y está de algún modo atrapada en esa fantasía de lo que Froyd daba por llamar el perfecto polimorfo otra imagen que podría resultar arquetipal alojada en el inconsciente colectivo, algo sin límites o excesivo.
Otra figura que puede resultar indigna es el Hermafrodita, o estadio intersexual establecido por la ciencia. Una vez mas los cánones sociales tienden a apartarnos o a magnificar aquello que no figura como ejemplo a seguir, algo que puede resultar paradójico si observamos, según nos dice, que ”la sexualidad es polimorfa, en todas las culturas y en todos los tiempos ha habido múltiples formas de abordarla, es muy individual, es ambigua, tiene su misterio, cada encuentro es diferente.” En contraste aparecen movimientos como el Queer (raro) que reivindican el ser extraño o estar fuera del canon, algo que está relacionado con lo indeterminado y que tiene que ver también con Hermes, con Príamo, con Hermafrodita, con Pan, o con todo lo indigno, grotesco o que nos produce asco o pena y “de lo que no se habla mucho en público, o nos resulta feo.”
Al finalizar Fania reafirma querer enfatizar el valor de las posibilidades y la incertidumbre, de lo informe, de lo incierto, “se llega a sufrir porque es mucho más sencillo tener una forma definida, un lugar definido, un papel, unas reglas definidas, la aprobación de alguien del público. Algunos de nosotros hemos gozado de la aceptación o aprobación general, no obstante, no importa que tan satisfactorio sea ese lugar que alcances, va a llegar un momento en el que se va a quebrar, en que no va a ser suficiente, en que va a perder sentido. Jung hablaba de como en algún momento la psique nos va halar para el lado contrario, porque no hay manera de mantener la identidad o sostener un papel, una máscara toda la vida. En algún momento voy a erosionarme, y sentir que esto que tanto significaba ya no lo hace y me empiezo a sentir débil, fracturada, sin saber a dónde ir o que hacer y ese es el momento liminar, crepuscular, ese es el momento donde puede haber una generación de sentido.
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